¿Problemas de tesorería? Hacienda permite aplazar sin aval hasta 50.000€

No todas las deudas con Hacienda requieren presentar aval. Existen supuestos en los que se pueden aplazar pagos tributarios sin garantías, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Aplazar sus impuestos puede ser más fácil de lo que piensa, deje que se lo gestionamos…

Sabemos lo complicado que puede llegar a final de mes cuando las cuentas no cuadran y, además, aparece en el calendario un pago importante con Hacienda. No siempre se dispone de suficiente liquidez y, muchas veces, el banco tampoco ayuda con avales o líneas de crédito. Ante esta situación, conviene recordar que la Agencia Tributaria ofrece un respiro: los aplazamientos sin garantías.

¿Qué significa esto en la práctica?

Que su empresa o usted, como autónomo, puede aplazar determinadas deudas tributarias sin tener que presentar avales ni hipotecar bienes, lo que en la práctica supone ganar algo de aire en la tesorería.

El límite que marca la ley está claro: hasta 50.000 € se puede pedir un aplazamiento automático, sin aval. Para empresas, el plazo máximo será de doce meses; para autónomos, hasta veinticuatro meses. Eso sí, Hacienda hace sus cálculos: suma todas las deudas pendientes que ya tenga aplazadas, excepto las que estén garantizadas. Si con esa suma se pasa del límite, ya no entraría en ese régimen más sencillo.

Ejemplo

Pongamos un caso concreto: una pequeña empresa de construcción, Reformes Garriga, SL, debía ingresar el IVA del segundo trimestre de 2025, unos 22.000€. Además, tenía un aplazamiento en curso por retenciones de trabajadores de 14.000€. Al solicitar un nuevo aplazamiento, la suma ascendía a 36.000€, por lo que seguía dentro del límite de 50.000€. Resultado: Hacienda aceptó el aplazamiento sin pedir aval, concediendo 12 mensualidades de 1.833€ cada una.

En cambio, si esta cifra hubiera sido de 52.000 €, habría sido necesario entrar en otro procedimiento más exigente: justificar con papeles que no había forma de conseguir aval bancario, acreditar que no se disponía de bienes libres de cargas y presentar un plan de viabilidad que demostrara la capacidad de pagar en el futuro.

Más allá de los 50.000 €

Cuando la deuda supera esa cifra, Hacienda no cierra la puerta, pero sí pide mucho más: balances de los tres últimos años, cuentas de resultados, incluso un informe de auditoría si lo hubiera. Y sobre todo, un plan de viabilidad que muestre que la falta de liquidez es puntual y que podrá cumplirse con los plazos. Aquí es donde suele ser clave la ayuda de una asesoría, porque es necesario preparar bien los argumentos y la documentación.

Por qué es importante gestionarlo bien

Un aplazamiento mal presentado puede acabar en un rechazo, con riesgo de que se inicie un procedimiento de embargo. Y cuando esto sucede, el margen de maniobra se reduce drásticamente. Sin embargo, un aplazamiento bien planteado puede ser la diferencia entre respirar o asfixiarse financieramente.

Pueden ponerse en contacto con este despacho profesional para cualquier duda o aclaración que puedan tener sobre esta cuestión.

Un cordial saludo,