Sucesión de la empresa familiar

Cuando queremos transmitir a nuestros hijos la empresa familiar que regentamos es necesario poder planificar con tiempo esta sucesión y contemplar los aspectos mercantiles y fiscales que esta decisión acarrea.

Hay varias recomendaciones a tener en cuenta:

– Por lo que respecta al primer apartado, es clave tener presente un protocolo familiar para poder regular aspectos estructurales y de funcionamiento o de orden dentro de la empresa.

– Desde un punto de vista fiscal, tenemos que valorar perfectamente como transmitir las participaciones o acciones de la empresa de tal forma que podamos disfrutar de las bonificaciones establecidas a tal fin por este tipo de transmisión, ya sea como herencia, o bien adelantándonos, y hacerlo como donaciones.

– El socio transmitente tiene que tener un mínimo en el capital de la compañía y ejercer funciones de dirección con una remuneración determinada.

– Si la transmisión es por donación, el control fiscal se refuerza exigiendo, además de las condiciones anteriores, el hecho de que el donante sea mayor de 65 años o se encuentre incapacitado y deje efectivamente las funciones directivas de la empresa, así como de percibir cualquier tipo de remuneración.

Es evidente que se tienen que estudiar y ponderar adecuadamente las distintas opciones para poder establecer el sistema más adecuado a cada necesidad. Es por esto que nuestro departamento en derecho sucesorio y gestión patrimonial le puede asesorar sobre este asunto.